lunes, 16 de marzo de 2015

El niño explotado


Hubo una vez un niño llamado Alfonso, que tenía 9 años de edad. Fue abandonado cerca de un riachuelo en  A Coruña. No conocía a nadie y vivia en un viejo puerto de la comarca. Para sobrevivir tenía que robar comida de las casas y buscarla entre la basura.

Un día le pillaron robando en una de las casas y el dueño a cambio de no llamar a la policía le exigió trabajar para él sin cobrar nada.
Este destrozó terriblemente al pobre niño y tras tantos meses de explotación el niño cayó enfermo. Al hombre de la casa no le importó y siguio exigiendo a Alfonso que trabajara.

Hasta que una mañana, casualmente, el vecino de este vio al pobre Alfonso llorando, con la piel pálida, bajo el sol trabajando y decidió denunciar a su vecino. Tras eso, adoptó al niño y vivieron felices y comieron regalices.







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